ROBERTO INIESTA ES DIOS, para empezar y EXTREMODURO ES UNA RELIGIÓN, para continuar.
Ayer, 13 de Octubre, el concierto de Extremoduro marcó mi vida, cumplí un sueño.
Jamás imaginé que iba a ir a un concierto y menos que iba a estar a menos de cuatro metros de Robe e Iñaki.
No me lo creía, veía como Robe ponía los acordes y como vocalizaba claramente, tuve la suerte de estar durante todo el concierto de más de tres horas viéndole perfectamente, y no voy a olvidar jamás la imagen de Robe sonriendo.
Amé cuando subió al escenario y dijo 'Bueno, pues ya estoy en casa', lo sentí, ya estaba en casa e iba a tocar para nosotros, los Extremeños, los de su tierra.
Cuando tocaba lento me quedaba quieta y lo sentía, sentía su música y cada una de sus palabras y las cantaba con él, claro y cuando ellos lo daban todo yo también, me dejaba la voz y saltaba todo lo que podía.
Es su forma de ser la que me hace pensar que es un Dios, es un poeta.
Lo dieron todo y se agradece mucho.
Robe estaba enfermo de Faringitis y esto fue lo que dijo al respecto: ''Esta semana he estado jodido. El lunes bien, el martes regular, el miércoles hecho una braga y el jueves lo más sensato hubiera sido suspender el concierto. Pero ya se sabe que la sensatez no ha sido nunca mi punto fuerte. Sos queremos''
Merecieron la pena todas las horas de espera, que no fueron pocas.
Echamos de menos 'Extremaydura' pero no nos faltaron temazos como 'Standby', 'Puta' o 'So Payaso' *_* en los que me dejé la voz y por supuesto mi 'Si te vas' en la que casi muero entre otras obras de arte como son todas sus canciones.
Y como es un poeta, de vez en cuando nos decía cosas bonitas y nos mataba: ''Me he dado cuenta de que no es necesario un mundo mejor, pero si luchar para conseguirlo, el resultado me final me la suda''.
Y como es así ... como solo él es, nos soltó algún 'os queremos' o más bien 'sos queremos' al principio y al final del concierto, que también llegó muy adentro.
Cuando Robe se despidió, se despidió con pena, subió la guitarra y se paseo por el escenario. Cuando creíamos que no había más nos sorprendieron con 'Salir, beber' y finalmente Uoho, que no se quería ir, nos se paseo todo lo que quiso por el escenario tocando la guitarra de todas las maneras posibles y se desfasó con nosotros.
GRACIAS ROBE.